jueves, 12 de enero de 2012

Conociendo a mi primo

A menudo cuando conocemos a una persona y se vuelve alguien especial para nosotros, tendemos a decirle hermano, primo, papi, tío, etc., de una u otra forma lo asociamos como algún miembro de nuestra familia, pero cuándo realmente ésta persona pasa a ser tu hermano o tu primo?, eso pasa cuando dejas de ver a esa persona como amigo(a) y lo sientes ya como tu familia y viceversa, los términos familiares se tienen que sentir por ambas partes.

Hace muchos años conocí a una persona por quien en su momento no sentí ningún tipo de afecto ni desafecto, muy a pesar que sabía que no le caía bien, sentí de una u otra forma que a esa persona se merecía un corazón en blanco, cabe decir sentimientos a puntos de crecer como amigo, nos vastó unos minutos de conversación para mirarnos y darnos una enorme sonrisa, un sentimiento había nacido y no el de amigos, ese era un sentimiento más fuerte, un sentimiento que sólo sientes por tu sangre, a partir de esa fecha no nos hemos separado ni en los peores momentos, con casi 10 años de diferencia de edades, pasaste a ser mi "primo" y viceversa, lo supe realmente el día que sentí que no eras mi pata, ni mi causa, ni mi brother, eras más que eso, eras amigo y familiar a la vez, en quien confiaré siempre por lo que nos reste de vida.

Comenzó una travesía desde aquel momento, aprendí a conocerte, escucharte, aconsejarte, te he visto en cada uno de tus arranques, me enseñaste el lado dócil que tiene cada ser humano, el lado fuerte como el débil, no existía la envidia ni los rencores, he vivido de cerca tus relaciones más fuertes e intensas, tus relaciones pasajeras, tus alegrías y penas, tus risas y tus llantos, tus bajadas y subidas, tus deseos de superación, tus fuerzas para seguir adelante, tu día a día en el amor, los estudios, el trabajo, la familia y porque no decir, las pendejadas; compartir muchas cosas juntos han hecho que este lazo fraternal se haga o se torne más fuerte, hemos ido desde los sitios más caros y lujosos hasta los más humildes e incómodos, hemos pasado buenos momentos con tus amigos y mis amigos, con tu familia y mi familia, ahora nuestra familia.

Recuerdo cada una de tus locuras, recuerdo cada conversación, cada consejo que has necesitado, cada vez que no he podido estar para ti, pero las miles de veces que si he estado allí, es difícil saber con exactitud cuando este sentimiento de familia brotó entre nosotros, lo único que se es que no puedo llamarte mi amigo, porque eres mi primo para todo el mundo que lo quiera saber, y aún con el pasar de los años y con todos los que vienen, aún quiero seguir "conociendo a mi primo" en las buenas y las malas.

Una dedicatoria para mi primo Víctor Antonio Gutiérrez Menacho, quien por cosas de la vida lleva el mismo apellido que yo... De tu primo Jorge Isaac Adrianzén Gutiérrez.