miércoles, 9 de abril de 2014

Conociendo a un buen tipo, un cirujano.

Salgamos a ver el show de un amigo en una discoteca hoy por la noche, era un 1 de mayo, todos se reunieron en mi casa, listos para salir, hasta que llegó el último de los amigos que íbamos a ir, pero llegó pasado de copas y decidió no ir por su estado, así que como no tenía ganas de salir, decidí quedarme, acompañándolo, aunque solo estuviera durmiendo; pero no pasó ni media hora y se levantó y dijo "vamos", un "vamos" que hasta el día de hoy me pesa.

No teníamos ni 15 minutos en la discoteca, cuando mi prima (embarazada de un mes) decide ir al baño, acompañado de uno de nuestros amigos, ya que su entonces pareja (padre de su hija) estaba en otro lado saludando a unos amigos.

De regreso, mi prima se acerca muy ofuscada a contarme que alguien le había faltado el respeto, cogiéndole las nalgas mientras iba camino al baño, ella enfurecida con el tipo (ebrio) irrespetuoso le propinó una cachetada, no me olvidaré de la descripción del tipo, de polo rojo, jean y cabeza rapada, solo le dije, ya olvídalo, entre tanta gente no lo logro ver.

5 minutos después, en un grupo de 7 personas que éramos, alguien irrumpe en el grupo que formábamos y se acerca a mi prima, con dos vasos de cerveza, a decirle algo, mi prima le propina dos cachetadas, por la descripción que me había dado, sabía que era el mismo tipo irrespetuoso, no dudé en acercarme y en un arranque de furia le di una patada que lo hice salir del grupo, cuando quiso reaccionar y golpearme le propiné varios golpes, quedando él en el piso, decidí ir a llamar a seguridad para que lo saquen, cuando avancé unos pasos, sentí un golpe en el lado lateral izquierda de mi rostro, seguí caminando después de ver estrellas.

Al llegar a la puerta, el personal de seguridad y el personal de la discoteca empezaron a mirarme en un estado de shock, supuse que el golpe era algo grave, quizás por la adrenalina del momento no sentía dolor ni nada por el estilo, seguíamos discutiendo con el tipo en mención, lo habían agarrado, inmediatamente me llevaron varias personas al hospital de emergencias de la ciudad, esperé mi turno sentado, con un amiga que me cogía el lado golpeado de la cara, finalmente decidieron intervenirme, me acostaron en una camilla y me dijeron que me iban a suturar o cocer, les dije que por favor lo hagan con el más delgado que tengan, para que no se note, no olvidé el rostro de la persona que me atendía, de no saber que decirme y solo me dijo "ok".

3 horas después, terminaron, tuvieron algunas complicaciones, vino la policía a interrogarme y a comunicarme que tengo una denuncia en la Comisaría del distrito, por agresión, le pedí a la señorita que me pasara un espejo, o algo que refleje y pueda verme, no quiso hacerlo, me vendaron y me llevaron a cuidados intensivos, en silla de ruedas, perdí mucha sangre que me debilité. Ya por ese momento suponía que la herida era grave.

Dormí 3 horas, me desperté y fui medicado, el dolor era insoportable, me dieron de alta, toda mi ropa estaba llena de sangre, tenía la mitad de la cabeza vendada del lado izquierdo, me tuvieron que llevar a la comisaría a poner mi denuncia, ya que el denunciado era yo, luego me enviaron al Médico Legista, ahí llegaron 3 especialistas, me enteré el que muchacho también había estado ahí, ya que mi tío era policía, supimos que me habían denunciado por agresión y por haberle cortado. Mientras me revisaban y hacían el informe, después de haberme sacado la venda, pedí que por favor me pasaran un espejo, necesitaba verme, me dijeron que no... solo miraba como tomaban notas de las medidas de las heridas y un contundente "son 37 puntos", realmente ignoro mucho sobre temas de cortes y puntos de costura. Pensé que no era grave, me volvieron a vendar y por fin me mandaron a descansar.

Pasó 2 semanas, entre clínicas, consultorios, el hospital, entre doctores, cirujanos y enfermeras, cada uno quería hacer algo diferente, mi preocupación era grande porque no lograba ver nada, me daba miedo sacarme la venda y lo que había debajo de ella que cubría la herida. Era muy puntual en la medicación y el tratamiento. En una de las visitas a unos cirujanos, le pedí a mi prima tomar fotos, ya que irían acompañadas a la denuncia, que esta vez yo había hecho y que la policía la atribuyó como desfiguración de rostro. Un día me quedé solo en casa, después de dos semanas acompañado por muchas personas, me quedé solo, aproveché para hablar con mis padres que no sabían nada, la noticia no la tomaron muy bien, sobre todo mi madre que entró en una crisis nerviosa, sin siquiera haberle dicho que tenía exactamente porque yo ni yo lo sabía. Ya tenía la cámara en mi poder y era momento de descargar las fotos y enviárselas a mi padre, ya que me las había pedido, para saber la magnitud del problema. Debo confesar que cuando vi las fotos, después de dos semanas, quedé pasmado, quedé petrificado, las observé por 30 minutos, sin parar de llorar, lloré 2 horas sin parar, era inaudito e imposible creer que ese era yo, era poco creíble que esa persona en las fotos era yo, era eso lo que todos me habían ocultado por mucho tiempo, ahora veo porque las personas en la discoteca quedaron en shock, ahora veo porque tuvieron que llegar 3 personas para suturar las heridas, ahora veo porqué perdí tanta sangre que no podía ni mantenerme de pie, ahora veo porque todos los cirujanos querían ver la mejor forma de hacer algo y quedar bien. 

Regresé al trabajo, vendado, solo veía con un ojo, ya que el otro estaba vendado, pero estaba bien. Después de conversar con mi jefe, de aquel entonces, me dijo, llama a este doctor, está esperando tu llamada, lo hice, era de Brasil, cirujano de profesión, fui y conversamos, me observó, ya habían pasado dos meses desde el incidente, le dije que unos cirujanos me habían dicho que esperara 3 a 4 meses para ver que se podía hacer, solo me dijo, ven pasado mañana que te voy a operar, así fue, lo hizo, abrió nuevamente las cicatrices, y empezó a suturar nuevamente, unas horas después regresé a casa, un mes después con unas marcas ligeras, el rostro, el ojo, todo había vuelto a su lugar, me vio durante unos meses, nunca me cobró nada por todo lo que hizo, hasta el día de hoy le sigo agradeciendo.

Ahora solo quedaba un tema, la denuncia, que ya estaba en fiscalía, enviada por la policía como desfiguración de rostro, seguía su camino. Una citación (la primera) llegó a mi domicilio, empezaba un nuevo calvario, mi cita era a las 10 am. a la otra persona lo había citado a las 9 am., eran las 12 del día y el muchacho no salía de su citación, finalmente salió con su abogado, yo había ido solo, era la primera vez que lo veía, porque en el incidente todo estaba oscuro que no supe quién era ni como era, nos miramos y siguió su camino, así que entré, cuando el Fiscal me llamó, lo sentí molesto y fastidiado, era de suponer, tenía más de 3 horas con una persona, cuando debió ser una hora, aún tenía una pequeña venda, dada la última cirugía, me dijo directo, primero cuéntame que pasó. Mire Sr. Fiscal, para empezar yo no debería estar acá, estoy acá porque el individuo que se acaba de retirar, después de romperme el rostro y tener casi 40 puntos y varias cicatrices, con un vaso chopp de cerveza, tuvo la desfachatez de irme a denunciar, y en lugar de estar descansando recuperándome, tengo que venir a sentarme acá por la citación que me llegó, me destapé la venda, y le dije mire todo esto... me observó y me dijo, el muchacho que estuvo acá dice que tu lo has agredido y que por defenderse se cortó la mano con su vaso, cuando tu comenzaste a golpearlo con tu cabeza. O sea el típico capítulo del chavo del 8, donde Kiko golpea los puños del chavo del 8 con su cara.

El fiscal después de tomar mi declaración, me dijo, que el tipo acababa de cavar su propia tumba. Venir con un abogado a mentirle era lo peor que podía haber hecho. El día de la confrontación, lo escuchaba mentir una y otra vez sin que nada tenga sentido en su declaración. Le dije, por qué no eres más caballero y terminamos esto con una simple disculpa, me haces gastar dinero en abogados, tiempo en venir acá, continuar con esto que tu iniciaste, dejemos esto acá y no quiero saber nada de ti en mi vida... Su respuesta fue, a pedido de su abogado, "mantengo mi posición en lo que he dicho", solo lo miré y le dije, que sea lo que la justicia dicte, en 6 meses he pasado por mil cosas con este tema, operaciones, cirugías, mucho dinero gastado, perdí mi trabajo, perdí a mis clientes, gasté todos mis ahorros, mucha gente tuvo que sacar dinero de sus bolsillos, para cubrir los gastos de cada consulta, hiciste llorar a mi madre, a mi abuela, a mis hermanas, a mis primas, a mis tías, a mis amigas, a mis sobrinas, le hiciste mucho daño a mi familia, y jamás tuviste la caballerosidad de acercarte a preguntar como estaba, de si necesitaba algo, de pedir disculpas, todo lo contrario, fuiste mientras me cocían, a ponerme una denuncia, encima mentiste... Espero que sea la última vez que te vea.

Sé por mi abogado, que la fiscalía pidió 7 años de prisión al juez, y que hace 2 años el abogado viene apelando tratando de alargar el proceso para que empiece de cero, pero una tras otra viene siendo rechazado su pedido, la verdad que no estoy en el país para ver en que terminó eso, algún día lo sabré.

lunes, 7 de abril de 2014

Conociendo a mi mejor amigo Q.E.P.D.

Le caes mal a mi amigo... Bueno es mutuo entonces, porque también me cae mal... Pero si no se conocen, deberían conocerse y se llevarían bien porque tienen el mismo carácter. Fue la conversación que tuve con un amigo.

Así pensábamos el uno del otro antes de conocernos, pero siempre llega el día que tienes que cruzar palabras con esa persona que te cae y le caes mal, ya que el medio en el que nos desenvolvíamos era muy pequeño y teníamos amigos en común, nada mejor que en una discoteca con unos tragos para iniciar una amistad, así fue como empezó esta amistad, compartiendo aventuras de borrachera, riéndonos mucho, saliendo de día de la discoteca, cada uno acompañado de una persona, la primera locura de amistad, -digo locura, porque fue muy loco salir por la ventana del quinto piso, borracho, para entrar por la ventana de al lado para poder abrir la puerta-, fue esa, llegar a mi departamento, yo entraba a mi habitación acompañado y él tenía que entrar a la otra también acompañado, pero la puerta estaba cerrada con llave por dentro, así que no tuve mejor idea que salir por la ventana de mi cuarto para pasar al otro cuarto por la ventana, 5 pisos y la vereda de la calle era alo que veía arriba, un anécdota que quedaría siempre en nuestros recuerdos.

Nos agregamos a las redes sociales, que se convirtió en nuestro sitio favorito de jodas por muchos años, éramos una dupla a los que todos temían y con quienes se rían, todo era joder y joder sin respetar a nadie, pero siempre en buena onda.

Compartíamos los mismos amigos, los mismos gustos, nuestros trabajos de una u otra forma tenían mucho en común, nos movíamos en el medio del marketing, publicidad y eventos, hicimos muchos trabajos juntos, lo apoyé muchas veces en su trabajo, como él lo hizo en el mío.

Un día por cosas del destino tuve que ir a vivir a su departamento con mi primo, con mi inseparable primo, me alquiló 2 habitaciones (una para mi y una para mi primo), nuestra amistad pasaba a otro nivel, la convivencia, casi siempre suelen ser desastrosas, pero nunca lo pensamos así, con unas reglas por cumplir, pagos puntuales, no habría mayor problema, así fue, comenzó la convivencia, las reuniones, las fiestas, los almuerzos, las cenas, los amigos, las salidas y muchísimas anécdotas más, que hicieron que pasáramos buenos momentos, respetando el espacio de cada uno, no había problema nunca sobre llevar alguien al departamento, teníamos un código de ética de respetar ciertas cosas incluido las personas que cada uno escogía.

Pasamos muchos cumpleaños, de él, el mío, el de mi primo, celebraciones que aprovechábamos para reírnos y divertirnos con los amigos, era una convivencia muy perfecta en el grado de amistad que teníamos, pero en esta vida, nada que es aparentemente perfecto dura para siempre.

Mi mejor amigo, tuvo una decaída de salud, algo había atacado su organismo, después de un mes de estar internado en el hospital, logró salir con vida, la recuperación fue buena, seguíamos unidos, pero tuvo una nueva recaída, está vez fue grave, tuvo que dejar el trabajo, tenía que tener mejores cuidados, cuidados que jóvenes como nosotros no podríamos cumplir, eso solo lo hacen los padres, tuvo que regresar a casa de sus padres, tuvimos que dejar el departamento, mi primo tuvo que ir a casa de sus padres y yo mientras a una habitación dentro de mi oficina, era temporal, porque una vez recuperado volveríamos a buscar un nuevo departamento y volver a convivir y seguir con nuestras vidas siempre felices con la vida... Esa promesa no llegamos a cumplirla.

Unos meses después, de haberse recuperado, volvíamos a nuestras andadas, ya con más cuidado, en su cuerpo se notaba la lucha que habría emprendido contra el cáncer, que finalmente le ganó. Estuvimos juntos en las consultas, tratamiento, pero el nivel de la enfermedad era muy avanzado, finalmente tuvo su última recaída, de la que jamás se levantó como lo había hecho anteriormente.

Nuestros proyectos quedaron en stand by, simplemente partió, se fue y en aquel ataúd con sus ojos cerrados, se iban años de amistad, se iban los mejores momentos vividos, se iban risas y alegrías, se iban nuestras ganas de vivir y ser felices y hacer felices a las personas, se esfumaba esa dupla a la que todos invitaban a sus reuniones o a sus cumpleaños, se esfumaba esa dupla que siempre estaban felices y que soltaban carcajadas a las personas que nos rodeaban, contagiándolos de nuestra alegría, se fue ese amigo con el que aprendimos a vivir y respetarnos uno del otro, ese amigo que sabía que podía contar conmigo para lo que sea y yo contar con él, se fue ese amigo con los más grandes secretos míos que supo guardarlos, se fue ese amigo que peleaba con cualquiera por defenderme y por el cual yo peleaba defendiéndolo, se fue ese amigo que me ponía por encima de cualquier persona, se fue mi mejor amigo.

En la vida suelen llegar muchas personas a tu vida, él fue una de esas personas, un gran amigo incondicional, con él se fue mucha de mi picardía, de mi alegría, me costó y aún me cuesta ir a una reunión a divertirme sin que él este a mi lado ayudándome a joder a la gente y reírnos sin parar. No he vuelto a encontrar a un amigo como él, no se si encontraré a alguno, quizás no, pero sé que lo llevo en el corazón y lo llevaré por siempre, eso es indudable.

Donde quiera que estés amigo mío, algún día nos encontraremos y haremos lo que solíamos hacer acá, vivir felices siempre. Te extraño y te extrañaré siempre Christian Pizarro.

viernes, 4 de abril de 2014

Conociendo a gente profesional. Seguir tus instintos es igual a encontrar tu destino - II Parte

Recuerdo sentirme orgulloso de mi cartón bajo el brazo, con mi título de "Diseñador Gráfico" y otro de "Diseñador de Autocad" y de "Técnico en Computación e Informática", recién tenía el Windows 2 años de vida y yo ya dominaba a la perfección todo el sistema operativo, me faltó estudiar "Programación" pero no me dio el tiempo ni el dinero, ya llevaba estudiando 3 carreras técnicas, por decirlo así, ya tenía conocimientos sobre Publicidad y Marketing, debido a la carrera inconclusa que llevé años atrás. Pensaba, "no creo que llegue a dominar todo, pero en lo primero que encuentre trabajo me quedo", en ese tiempo Autocad no era muy solicitado, recién tenía poco tiempo de creado.

Una vez que llegue a la capital con poquísimo dinero, me hospedé en casa de una tía por unos días, busqué en el diario o periódico, los avisos sobre trabajo, marqué las agencias de publicidad más destacadas de la capital, con oficinas en los lugares más exclusivos, preparé mi curriculum vitae sin experiencia y me fui en busca de uno de esos puestos, me presenté a 9 agencias de publicidad, ninguno me aceptó, sin experiencia y el no haber estudiado en un Instituto reconocido de la capital, era un gran punto en mi contra, no me darían ni siquiera puesto de practicante. Regresé un poco decepcionado a casa, pero camino a casa, recuerdo haber marcado también un aviso pequeño, que quedaba en el centro de la capital, en una galería, como estaba en camino, decidí pasar por ahí a ver de que se trataba, llegué a la galería de 5 pisos con sótano incluido, busqué el número de stand entre los cientos que habían ahí, terminé en el sótano de la galería en un pequeño stand de 2m x 2m, 3 computadoras hacinadas, y una fotocopiadora a cargo de una señorita; me acerqué a dicha señorita y le pregunté si era el lugar del anuncio en el periódico, me dijo que sí, que esos muchachos parados haciendo una fila estaban esperando su turno para ser probados, por lo menos unas 3 horas para que te atiendan, fue lo que me dijo, la miré y me reí, le dije, bueno, de hecho no tengo nada que hacer, puedo quedarme a esperar, ¿te molesta que me quede acompañándote?, me dijo que no, no presagiaba que esa muchacha tan sonriente se convertiría en una de mis mejores amigas y confidente, quien hasta la fecha me ha apoyado en todo, y no ha perdido esa alegría que siempre la caracterizó.

Observando un poco los chicos que estaban siendo probados, por decirlo así, por la dueña, observé que uno de ellos estaba muy nervioso, porque no podía hacer un trabajo simple, según lo que yo observaba, y la cliente estaba muy molesta; cuando la dueña del stand se acercó a ver que pasaba, ante los reclamos de la cliente, no dudé en decirle "yo puedo hacer eso", me miró, se acercó al muchacho en práctica, y le dijo "gracias, te puedes retirar", miro a la cliente y le dijo, el joven... -me miró- ¿cuál es tu nombre?... Isaac, le respondí, el joven Isaac la atenderá... Me dio pena el muchacho, pero la pena me duró 1 segundo, me senté e hice el trabajo que deseaba la cliente, lo imprimí y quedó muy bien, alguien me tocó el hombro y me susurró al oído, "te quedas", era la dueña del stand, me estaba contratando... Entre no hacer nada y eso, me quedé ahí, yo me decía, si me llaman de alguna de las otras agencias, me voy de acá... 2 años después en ese stand, ninguna agencia me llamó jamás.

Realmente en un instituto te llegan a enseñar cosas tan básicas, que cuando sales a la realidad, te topas con una diferente y agresiva, lo que me habían enseñado era 1% de lo que debería saber, pero como dicen, en la cancha se aprende, me costó aprender, porque los diseñadores son celosos de enseñarte algo, pero aprendí mucho, porque conmigo tuvieron la paciencia de enseñarme cosas que jamás hubiese aprendido por cuenta propia, era "mis maestros", personas que empezaban a entrar a mi vida y que por cosas del destino, en un futuro eso les iba a servir a ellos, ya que los superé, pero ayudé a algunos a cambiar la galería por una agencia.

En 2 años en esa galería pasaron mil cosas, amores, desamores, peleas, mal entendidos, cachetadas que recibí, amigos, muchos amigos, se hizo mi hogar, trabajábamos de 9am a 10pm, desayunábamos, almorzábamos y cenábamos allí, faltaba dormir, es que no había cuando aburrirse, incluso dormí varias veces ahí con los guardianes que se hicieron mis amigos, me duchaba en los baños antes que la galería abriera, cuando me quedé sin un lugar donde vivir, una vez hubo un incendio en la galería, por suerte esa noche no dormí ahí, fue cuando prohibieron que hasta los guardianes se quedaran ahí adentro, luego tuve que vivir en un hotel un poco desagradable, cerca a la galería, muchos meses.

Pero en esos 2 años pasó algo que cambiaría mi vida, a ese estilo de vida que estaba buscando y que esperaba paciente que llegue. Un cliente (publicista), acostumbraba a plasmar sus creaciones con un diseñador gráfico, para empresas muy importantes, cuando regresó al stand, no estaba el diseñador que lo atendía, ya no trabaja allí, así que le dijeron que trabaje conmigo, tuvo sus dudas, incluso salió a buscar al antiguo diseñador a otro stand, pero no lo encontró, finalmente regresó y se sentó, empezamos a trabajar, vaya que nos hicimos muy amigos. Después de 2 años me despidieron injustamente, delante del cliente, incluso me pidieron que me retire y deje al cliente a cargo de otro diseñador, el cliente le pidió a la dueña del local que no me podía retirar hasta que no acabe con él los diseños, terminamos y tomé mis cosas y me fui, la notició corrió por la galería en segundos, para cuando estaba subiendo la escalera al primer piso, ya todos lo sabían, fue noticia porque me despidieron por salir con la hija de la dueña. La noticia llegó a otro dueño de un stand que también hacían diseños y empecé a trabajar al día siguiente, en el piso 1, literalmente estaba subiendo de puesto de trabajo.

En ese trabajo no duré mucho, fue algo de 3 meses, luego renuncié, quedé sin trabajo 3 meses, con la experiencia adquirida en la galería y con las enseñanzas del publicista, podría nuevamente intentar en agencias de prestigio, pero no me estaba siendo fácil, luego de esos 3 meses, el cliente me contactó, había montado su oficina después del incidente en la galería y quería que yo trabaje con él, y así fue, trabajamos un buen tiempo, con clientes muy importantes, hasta que decidió irse del país a USA, a vivir con su esposa, quedó pendiente un trabajo con una cliente de una marca de cosméticos muy importante, le dejó mis datos para que me contacte y finalizar el catálogo.

El partió a USA, yo conseguí trabajo de diseñador-creativo en una agencia importante, que recién empezaba a surgir, ahí conocí a un cliente muy importante que recién empezaba en mundo del marketing, él tenía apenas 3 años dirigiendo seminarios de marketing. Era el diseñador a cargo de atender esa cuenta, este cliente tenía un proyecto nuevo, un proyecto ambicioso nunca antes hecho en el país, un proyecto que lleva 14 años en el mercado.

Después de un tiempo que el publicista viajo a USA, me llamó la cliente con quien quedó el catálogo pendiente, me pidió reunirnos, era Gerente de Marca, nunca me había reunido con clientes, menos con Gerentes, ¿cómo debería de ir vestido?, ¿cómo debería presentarme?, ¿cómo debería actuar?, ¿qué debería decir?, era muy joven para estar en reuniones con Gerentes... Hasta que llegó el día de la reunión, algo casual, zapatos, pantalón beige una camisa y una casaca de cuero negra, un cuaderno de notas y a presentarme, me atendió una Sra. muy distinguida, muy educada, muy culta, pero sobre todo muy sencilla, me presenté, nos caímos muy bien, ella se convertiría en la siguiente persona clave en mi largo recorrido. Hablamos de mi ex jefe (el publicista) por así decirlo, conversamos del diseño, y había que empezar a trabajar, era mi primer "free lance", en la agencia me iba muy bien, como aún no tenía mi propia computadora, usaba el de la agencia, después de las 6 de la tarde (hora de la salida), por la confianza que me tenían, me permitían quedarme hasta la hora que quisiera, pasé muchas madrugadas en esa oficina.

Con los meses, hice más trabajos a esta cliente, mis ingresos fueron aumentando en la medida que recibía mi sueldo en la agencia, y en la medida en que mi amistad crecía con el cliente de la agencia, con el que íbamos desarrollando el nuevo proyecto durante muchas horas por la noche, muy bien remunerado por cierto. Recibí una llamada de dos personas, otras Gerentes de Marca, de la misma empresa distribuidora donde venía haciendo los diseños de la marca de cosméticos, esta vez eran marcas de perfumes, conocí a 2 mujeres más, una más distinguida que la otra, muy inteligentes, había sido recomendado, comencé a tener más trabajo y más ingresos, en casi dos años tenía más de 10 clientes "free lance", mi padre desde el país donde radicaba me regaló mi primera computadora, más adelante compré mi primera laptop HP, necesitaba las dos para trabajar, monté mi pequeña oficina en mi habitación. En la agencia nos iba muy bien, ganábamos muchos concursos de creatividad y diseño, muchas cuentas nuevas en la agencia; con mis clientes ganamos muchos planes de marketing de lanzamientos de productos, que competían con otros países; el proyecto del cliente de la agencia tuvo tanta acogida en la capital, que creció año tras año, y no solo fue un proyecto, se crearon 5 más, el tiempo comenzó a quedarme corto, después de 6 años, tomé la decisión de dejar la agencia.

Trabajaba con mis clientes desde mi casa, trabajé con el cliente de los proyectos nuevos desde su oficina, cuando montó su área de diseño. Fueron años de  crecimiento personal y profesional, mis relaciones profesionales estaban donde siempre quise, todos me recomendaban con otras empresas o Gerentes, empecé a trabajar con muchos clientes en muchos rubros. Pero, todo tiene un final.

Pues hubo un cambio de Gerencia General. A esta señora la sacaron de su puesto para colocar a alguien más joven, aunque sin experiencia en el tema, y peor aún, sin la confianza en mi, lo que obligó a que no requiera de mis servicios; malas decisiones en un concurso que tenía que presentar en Berlín, hicieron que desesperadamente me llame una semana antes de viajar a presentar el plan de marketing, cuando la agencia que contrató no hizo el trabajo como debería en el mes que tenían preparando el proyecto. Ella quería que en una semana haga lo que una agencia no pudo hacer en un mes, pues en una semana con ayuda de otras 2 Gerentes de Marca, hicimos una excelente presentación. Por supuesto GANAMOS. Pero la felicidad duró un mes, la empresa fue comprada por una Distribuidora más grande, la noticia la supe por contactos en el extranjero con los que había trabajo, y ya estaba voceado.

Fueron despedidas todas las Gerentes de marca, asistentes y todo el personal, las marcas en un mes pasaría a manos de otra distribuidora grande del país. Eso me dejó sin mis mayores clientes, por tanto sin mis mayores ingresos, en la fecha en la que justo terminaba el trabajo free lance con el cliente de los proyectos, que solo se trabajaban 6 meses en el año, de pronto me vi sin trabajo. Se acabaron los ahorros y quedé en nada.

Tomada la decisión de partir al extranjero, donde muchas clientes se fueron, decidí pasear por mi país antes de partir, 4 meses fueron suficientes, se me acabó el dinero y recibí una oferta interesante, la agencia donde trabajaba, me quería de vuelta como jefe de diseño, el sueldo muy bueno, me hizo aceptar, regresé y empecé, alquilé un bonito departamento en el mejor lugar de la capital, de pronto empezaba nuevamente el proyecto con el cliente, las cosas iban mejorando, pero mejoró aún cuando de la Distribuidora que había comprado todas las marcas, me llamaron, por encargo de una Señora, que había sido asistente y que ahora ahí la habían contratado como Jefa de Marca, eso era lo que necesitaba, una vez adentro, como se dice "uno mismo es", de pronto había recuperado todas las marcas que veía y mejor aún, conocí otras Brand Manager, más marcas, más trabajo para mi, más ingresos, y todo empezó a mejorar, más de lo que esperaba, nuevamente la saturación de trabajo, hizo que renunciará a la agencia una vez finalizado mi contrato.

Volví a montar mi oficina en mi departamento, y no paré por varios años, hasta que tenía que dar el siguiente paso, que me había propuesto, ¿qué sucede con mis creaciones?, ¿qué sucede con mis diseños y con los lanzamientos?; pues, se pone en marcha y en práctica, ahí tenía que apuntar ahora. Nuevo reto, una empresa de producción e impresiones. Ya tenía los clientes.

Después de 6 meses, de reunirme con 2 socios, de investigación, implementación, compra de maquinarias, aprendizaje, papeleos, abrimos nuestra propia agencia e imprenta, nuestra propia empresa, el respaldo de 10 años de trabajo ininterrumpidos me avalaban, clientes satisfechos estaban dispuestos a ir conmigo de la mano en este nuevo paso que daba, así fue que empezamos con este ambicioso proyecto, que duró 5 años, clientes satisfechos, pero una sucia competencia hizo que diéramos un paso al lado.

Pero toda satisfacción personal y profesional, una vez que se cumple y se llega a la meta, deja de ser atractivo, llegué hasta donde tenía que llegar, pero quise ampliar mis horizontes, después de conversar con mis socios, decidimos hacer un alto al negocio, yo daba un paso al lado, por asuntos personales, asuntos que tenían que ver con mis expectativas de vida, esas que hicieron que me fuera de mi casa a mis 16 años, dejé toda una vida atrás, para iniciar un nuevo comienzo.

Mis planes, ir al país donde radica mi familia, ver la vida ahí y empezar de cero, llegó acá con perfil bajo, sin hacer alarde de toda mi experiencia, daré los pasos que tenga que dar, tengo unas metas a corto plazo, para luego ir en busca de más experiencias, aún espero que todo lo aprendido y todo lo vivido, me sirva en este país, nuevo para mí, otras costumbres y otros pensamientos.

Esta aventura que inicié a mis 16 años cuando decidí forjar mi propio destino y exigir al máximo mis capacidades, espero que acabe el día que muera, no soy de los que se quedan en un solo sitio esperando que la vida pase, soy de los que va detrás de la vida buscando un motivo y un porqué a esta existencia, busco llenar al tope mis emociones familiares, amicales, profesionales y la satisfacción es increíble, ahora a esperar que nos depara el futuro, que después de 20 años que partí a esta aventura, aún me sorprende.

Continuará con un relato espectacular de lo que ha sido conocer a mi familia 20 años después que me separé...

jueves, 3 de abril de 2014

Conociendo a nueva familia. Seguir tus instintos es igual a encontrar tu destino - I Parte

Generalmente cuando naces llevas una formación por parte de tus padres, en las que ellos deciden, como debes vestir, como debes actuar, como debes pensar, a que religión debes pertenecer y un sin fin de cosas que te van formando como persona, siguiendo patrones impuestos por la sociedad y que les fueron inculcados a ellos, patrones y valores que te inculcan en el proceso de crecimiento. Pero llega un momento en el que las decisiones las empiezas a tomar tú, a escoger lo que te gusta, a seleccionar a las personas que quieres que estén en tu vida, pero finalmente llega el momento de tomar la decisión de qué hacer con tu vida, si seguir los patrones impuestos por tus padres y la sociedad, o simplemente hacerle caso a tu instinto y empezar a buscar tu destino. El pensamiento lo tuve desde muy niño hasta terminada la escuela, tomé la decisión de conocer el mundo por mí mismo, salir de la pequeña ciudad donde vivía y comprobar si lo que ves en la televisión, existe.

Tomar la decisión de buscar tu destino a los 16 años recién cumplidos, es algo que aterraría a muchas personas, más si son personas que crecieron en una ciudad pequeña, en un seno familiar muy unido, unzo formación religiosa en la escuela, que de una u otra forma te ayudarán y servirán en esta aventura que quieres emprender, pero ojo, acá no debe haber marcha atrás, hay que estar consciente de que, lo que se viene, no será nada agradable muchas veces, pero la adrenalina de explorar y conocer es lo que te impulsará a sobrellevar todo lo que la vida te tiene preparado. En adelante cada paso que des marcará tu camino e irá forjando tu destino, cada paso que des, sea para bien o para mal, será primordial y vital para llegar a lo que buscas.

Era la fiesta de graduación, todos pensaban en con que chica ir al baile, las más bonitas eran las que todos disputaban, el mejor traje, para después pensar en la universidad, buscar a la mujer ideal, quien será tu futura esposa, formar tu familia y vivir una vida plena y feliz, yo sin embargo, pensaba en como salir de esa ciudad, con que dinero me iría y a donde me iría, para mi no era prioridad pensar en la fiesta de promoción, de hecho fui por compromiso y fui con mi hermana, ya que muchas de sus amigas estarían ahí de parejas de muchos de mis amigos, así que se puso hermosa y yo solo un terno, fuimos y la pasamos bien, ella con sus amigas y yo con mis amigos, ella estaba más emocionada que yo por la fiesta de promoción, a pesar que era 2 años menor que yo.

Pasaron 6 días de la fiesta y alguien estaba por nuestra pequeña ciudad de visita, un primo lejano de la familia que había llegado de EE. UU. a la capital y luego directo a mi pequeña ciudad, y retornaría a la capital para partir nuevamente a EE. UU., la capital, era la ciudad que me vio nacer y crecer hasta los 5 años aproximadamente, era el momento de regresar, era la capital, ciudad donde los sueños se hacen realidad. Era el momento de tomar una decisión que cambiaría mi vida, tuve que mentir y hacerle creer a mi tío que tenía permiso de mis padres de que me lleve a la capital en su auto, iban a ser 28 horas de viaje conduciendo, a mis 16 años era difícil convencerlo sin presencia de mis padres, algo pasó que me creyó, creo que fue la fiesta de despedida que le hicieron y el hecho de que había bebido demasiado lo que hizo que me dijera: "a las 7:00 a.m. partimos, viajamos junto con otro tío, al que recién conocía, ya en casa de mi abuela desde donde partíamos, supe que mi padre se enteró, mi madre si estaba al tanto, estuve algo nervioso mientras el auto avanzaba y salía de la ciudad, pensando que mi padre vendría detrás a detenerme, 26 horas después llegamos a la capital, mi tío me preguntó: "sobrino, ¿dónde es que te tengo que dejar?", recuerdo que sabía de un familiar que vivía en una parte de la capital, así que le pedí que me dejara cerca, que yo sabría como llegar, él sin refutar lo hizo, tenía que ir al aeropuerto y yo era su última preocupación, así lo hizo y bajé del auto, cogí mi mochila y me despedí, mi emoción era tan grande, que solo atinaba a reír y empezar a descubrir y explorar un mundo nuevo, era el inicio de lo que tanto anhelé, estaba solo en una gran ciudad sin dinero, en busca de mi destino.

A partir de entonces mi pensamiento siempre fue positivo, de hecho, eso es muy importante para poder sobrellevar cosas nuevas, todas absolutamente nuevas, era mi aventura, era lo que quería, así que no debía de quejarme de nada, ni mucho menos dar marcha atrás. "Todos los caminos conducen a Roma", es una frase que siempre había escuchado, así que supongo que si la variaba un poco, podría decir que "Todos los caminos conducen donde mi tía", donde pensaba llegar una vez que estuviera en la capital, preguntando llegué, estaban todos desayunando, aún recuerdo sus rostros cuando me abrieron la puerta, lo recuerdo porque nadie se sorprendió, el saludo de mi prima y mi tía autoritaria diciéndome: "Tu padre me ha llamado, es inaudito que hagas ese tipo de cosas y preocupes a toda la familia, ¿quién te ha dicho que a tu edad puedes hacer lo que se te dé la gana?", yo solo miraba asustado y nervioso el rostro de mi tía, donde solo pensaba, sal y corre... "Por cierto, tu papá me ha pedido que te mande de regreso, así que no desempaques nada y por la tarde te vas de regreso". Dentro de mí pensaba, es imposible que dos personas (mi padre y mi tía) decidan sobre mi futuro, así que solo mire a mi tía y le dije, "No pensaba desempacar, solo estoy de pasada, quise venir a visitarlos, y si vas a ir a comprar un pasaje de regreso, gastas dinero en vano, porque de esta ciudad nadie me saca, bueno, ya los vi, ahora paso a retirarme". Fueron palabras decisivas, ya que mi tía inmediatamente tomó una decisión que era parte del destino que se venía formando. "No creo que tengas a donde ir, ya que jamás has estado acá, te quedarás acá, hablarás con tu padre y luego decidimos que hacemos". 

Esas palabras me sirvieron para quedarme más de 1 meses en casa de mi tía, conocí toda la ciudad perdiéndome, caminando horas de horas, estaba fascinado, pasaba el día sin comer, hacía amigos en la calle, conocí a mis primos, que solo sabía que existían por foto, me hice muy amigo de mi tía, de quien aprendí lo mejor, cocinar. Era su compañero a todos lados, al mercado, a hacer compras, a pasear. Pero la insistencia de mi padre hizo que ella no tuviera otra opción que decirme que regresara. Pero ya había contactado con otro familiar, quien me pidió que me quedara con ellos, le ayudaría mucho en casa a ella a su esposa y mis dos primas una recién nacida y otra de 2 años, así que me fui de casa de mi tía sin decir nada. La convivencia con mi tío fue muy buena, hasta que se enteró que no tenía el consentimiento de mi padre para estar en la capital, él si logró convencerme que regrese, que aún tenía 16 años, a esa edad solo debía estudiar y estudiar, sin documentos no podría hacer nada en una ciudad tan grande, menos sin dinero, le pregunté ¿si saco un documento "carnet militar" (en esa época te daban si te presentabas al servicio militar) podría regresar?, creo que mi tío para salir del momento, me dijo que sí, vaya, ese "sí" me lo tomé en serio. De mi tío rescaté una cosa, que me enseñó una vez, una casa donde tenía familia, una tía muy lejana que no frecuentaba mucho con la familia, pero que él si frecuentaba. Me quedé con la imagen de la casa, sin saber que esa familia en unos meses sería mi segunda familia por muchísimos años. Las cosas suceden por algo, cada decisión aunque parezca que va en contra de lo que quieres, tiene un motivo, ese motivo era lo que no hacía que me desanime ante nada, así yo pensara que era negativo.

Me embarcaron, después de 3 meses que había partido, a la pequeña ciudad donde había crecido desde los 5 hasta los 16 años. Me tomó menos de un mes conseguir mi carnet de servicio militar, nuevamente me fui a la capital, en un bus, los menores de edad no pueden viajar sin el permiso de los padres y que no sea con un acompañante sino van los padres. A mi corta edad que me sentía de mundo, solo porque viajé una vez sin permiso, me atrevía a hablar con los choferes de los buses, "te pago el pasaje a ti y me llevas de copiloto o me das un asiento vacío,  no tengo documentos, quiero salir de esta ciudad", dos me dijeron que no, uno me dijo que no había problemas, pero me advirtió "hay un control antes de entrar a la capital, suben policías y piden documentos a todos, si te atrapan a mi no me metas en nada porque puedo perder mi trabajo", -"no te preocupes, antes de llegar al control me escondo en tus pies, abres tu puerta y me bajo por tu puerta mientras ellos suben por la otra, me escondo debajo del bus"-, efectivamente lo hice así, viaje de la capital la ciudad varias veces antes de tener documento de identidad cuando cumpla 18, se hizo rutina, el escaparme de los policías en el control para entrar a la capital, recuerdo uno en especial, me había quedado dormido, cuando sentí un remezón en mi cuerpo, era un policía que me despertaba pidiéndome documentos, a mi lado una anciana buscando en su enorme bolso sus documentos, sabía que era un poco sorda, porque me preguntó algunas cosas, a lo que yo tenía que gritar para que me escuche, así que le dije al policía, "soy menor de edad, no tengo documentos, viajo acompañando a mi abuela, que está buscando sus documentos en su bolso", vaya que me creyó, porque se fue a pedir documentos a los demás pasajeros, para cuando avanzó unos asientos más la anciana encontró sus documentos, le dije, "guárdelos, el policía ya se fue", cuando el policía venía de regreso la miré, le sonreí y la abrace a la anciana, que en un lindo gesto me sonrió y me tocó un cachete, el policía nos miró y siguió su camino hacia la puerta, bajaron a un par de personas, que se quedaron y no regresaron al bus, cuando el bus partió, corrí donde el chofer y me dijo: "¿qué pasó?, te estuve gritando y no me escuchabas", -"me quedé dormido, pero me las arreglé"-, me sentía un rebelde sin causa... bueno, creo que tenía una causa o un motivo, era seguir buscando mi destino.

Fue grande la sorpresa para mi tío abrirme la puerta cuando toqué, sus primeras palabras fueron: "¿qué haces acá?", -"pues tu me dijiste que si conseguía mi carnet de servicio militar podría regresar, y acá estoy"-, "Tu papá sabe que estás acá", -"por supuesto que sí, ¿quién crees que me dio dinero para venir?, si gustas llámalo"-, me las estaba jugando, porque en casa no sabían nada.

Un día decidí ir a conocer a esa familia que me había comentado mi tío, caminé aproximadamente 8 horas hasta llegar a esa gran avenida y esa esquina donde quedaba aquella casa antigua verde de 3 pisos, toqué la puerta y salió una chica linda y le dije: "Hola, busco a la señora Cecilia, de parte de su sobrino Isaac", la chica un poco nerviosa (creo que le gusté, bueno, le gusté, después fuimos novios), subió corriendo y bajo a decirme: "sube, te acompaño, es en el tercer piso", era una casa donde vivían muchas personas, todas familia del esposo de mi tía, yo vendría a ser su único familiar de sangre. Me presenté, ella se rió cuando le conté todo lo que hice para llegar, me invitó un lonche riquísimo a las 7 de la noche, me presentó a sus 4 hijos, en adelante mis nuevos hermanos, me presentó a su esposo, y toda la familia de su esposo, a pesar que vivían muchos en esa enorme casa, era genial estar ahí, todos ellos eran personas espectaculares, la forma humilde en la que vivían en una casa de 3 pisos arrendada, en un distrito o comuna de clase media alta, no se sentía por la riqueza de espíritu de cada uno de los miembros que la habitaban, era tan genial estar ahí; de pronto pasaba 3 días donde mi tío y esperaba ansioso el jueves para ir donde mi tía y mis nuevos primos y toda su familia que me tomaron como su familia, el jueves, viernes, sábado y domingo eran los mejores, conocí mucha gente del barrio de ellos, personas que fueron unos de los cientos de amigos que aún conservo, pero que fueron los primeros en conocer en la capital.

Ya por entonces con 17 años cumplidos yendo y viniendo a mi ciudad donde crecí, pasando por mil anécdotas con los choferes y la policía en los controles, los viajes ya no eran de 28 horas, muchas veces duraban varios días, empecé a viajar de ciudad en ciudad, trabajar en lo que podía para solventar mis gastos, me había prohibido pedir dinero a mis padres, aunque creo que a veces lo hacía, pero era mi aventura, tenía que arreglármelas como sea, así la pasé hasta cumplir los 21 años, trabajando en hoteles, restaurantes, fábricas, cuidando niños, lavando ropa, limpiando casas, conociendo más familia, conociendo más amigos, muchos amigos, muchas aventuras, algunas novias, bailes, salidas, paseos, discotecas, bares, navidades con gente, otras solo, otras viajando, otras en la calle con gente humilde compartiendo algo de comer, durmiendo en la calle, durmiendo en cientos de casas de diferentes personas que conocía en el camino, durmiendo en el piso, en muebles, en sillas, camas, hoteles, con una mochila que fue mi confidente por muchos años desde mis inicios, ya conocía lo suficiente recorriendo parte del país, necesitaba hacer una pausa y estudiar algo, mis hermanos ya estaban por terminar el colegio algunos y los otros en la universidad, así que acepté una petición de mi madre como promesa, ella se iba del país por un mejor destino, me dijo, estudia si quiera una carrera técnica y termínala, y partió a otro país, yo empecé a estudiar Publicidad y Diseño Gráfico, a los 2 meses de haberse ido mi madre, se fue mi padre y mi hermana la menor, con el tiempo se fue toda mi familia, yo me quedé en la capital, con el tiempo se fue más familia, familia por parte de mi padre, vaya que valió la pena, ellos son mi orgullo, las oportunidades de crecimiento que le negó su país de nacimiento, se las dio otro país vecino, es un orgullo verlos ahora.

Finalicé mis estudios como se lo prometí a mi madre en dos años en una ciudad cerca a la ciudad donde crecí, donde conocí muchas personas, hice muchas amistades, amistades que cada vez que regreso me reciben con los brazos abiertos, junto con sus hijos... y pensar que los conocí muy jóvenes, pero así es la vida, evoluciona y cambia, fue duro dejar a estos amigos después de 2 años, duro, porque sabría que no regresaría jamás a vivir en esa ciudad, iría de visita algún día, pero ya tenía unas metas trazadas, regresé a la capital, esta vez con un cartón bajo el brazo, era un nuevo comienzo, ya tenía 23 años, ya no tenía 16, este viaje que debería tomar 2 horas en avión a la capital, duro 3 meses, porque decidí seguir yendo en bus, recordando mis épocas a los 16 años, fui de ciudad en ciudad, me quedé en casa de muchos amigos que había conocido, hasta que era momento de enfrentar la realidad como adulto, lo que nunca quise hacer, porque odiaba los patrones impuestos por la sociedad, pero dentro de mí estaba el hecho de saber ¿cómo es trabajar en una empresa con horarios y con profesionales?, tenía que aprender mucho de lo que había estudiado, de lo contrario iba a ser uno más del montón con un cartón bajo el brazo, habría que buscar los lugares y las personas indicadas, empezaba una nueva era de "casi adulto", así que habría seguir...

Continuará...