miércoles, 1 de octubre de 2014

Un barrio peligroso

En un barrio peligroso yace un chico esperando a encontrarse con la persona que tiene la capacidad de hacer que vayas hasta su barrio y que lo esperes sentado a que te recoja, porque si te adentras a sus oscuras calles donde no te conocen, puedes perder, más si son las 11:30 de la noche. Sentado mirando a todos lados en plena avenida, donde pasan personas que te miran como si fueras un intruso, otro que se acerca a pedirte papelito para enrollar su hierba, y tu casi paralizado solo esperas que entre las calles oscuras aparezca la persona, por la cual estás ahí, en una situación de miedo y tensión, hasta que por fin de la oscuridad de la calle aparece él, la sonrisa emerge y la tranquilidad regresa a tu cuerpo, es hora de dirigirse a dormir, no sin antes pasar por unas calles algo tétricas, pero con la tranquilidad que vas con alguien que conoce el barrio y que no pasará nada, unas calles que están fuera de la ruta camino a su casa son las encargadas de llevarte hasta donde vive una anciana, que con mucha desconfianza te abre la puerta y con una pregunta rara y antes una respuesta más extraña, vuelve a entrar para luego salir con un poco de hierba, se intercambia con dinero y esa persona solo te dice, "es para dormir tranquilos...", después de recorrer varias calles, ya te sientes en confianza y hasta crees que perteneces ahí... Pero definitivamente la paz en sí, regresa cuando la puerta de la habitación se cierra.

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