sábado, 13 de febrero de 2016

El chico de la pashmina

De pronto cuando llegaron mis amigos, tocaron la puerta y me asomé por la ventana, allí estabas tú con ellos, con una pashmina que rodeaba tu esbelto cuello; y esa sensación que sientes raras veces cuando vez a alguien y dices "¿quién es ese chico?"
Pues no era nada más y nada menos que un chico tímido e introvertido, que cuando subieron todos, eras el único que estuvo en silencio, solo escuché tu voz cuando dijiste "¡hola!", no volví a escuchar tu voz, porque después de tanto hablar, todos se quedaron dormidos y tú de la vergüenza no dormías, aunque te morías de sueño.
Pues como era una visita improvisada de amigos muy cercanos, todos se acomodaron en mi cama, dejándote un espacio a ti, en el cual por vergüenza no querías acostarte, hasta que de ver que querías dormir te pedí que te acostaras, lo hiciste y te acostaste al lado mío, debo confesar que no dormí, bueno, ya había dormido suficiente, y me dedique a observar como dormías, por un momento sin querer dentro de tu sueño te recostaste en mi pecho, wowww, eso si fue lo máximo, no me moví de donde estaba hasta que te levantaste; a pesar que tenía cosas por hacer, eras tú el chico con la pashmina de colores negro y blanco a cuadros que dormía a mi lado y yo feliz sin querer que el tiempo pase.
Salimos almorzar todos después que despertaron, y fue allí que pude escucharte otra vez, fue cuando te vi sonreír, una sonrisa pícara con mezcla de inocencia, hizo que suspirara más de lo que ya había hecho cuando te vi.
De pronto ya quería conocerte, me emocioné, estaba muy feliz de haber visto ese chico tan lindo que con su mirada tierna sin que él lo sepa, me cautivó, quería volverte a ver y compartir algo, y así sucedió, pero los nervios me jugaron una mala pasada y me comportaba como un adolescente enamorado y nervioso, pero tu tranquilidad por ratos hacía que esté sereno, quería decirte tantas cosas que me salían del alma y el corazón, casi perdiendo la razón, que no se imponía ante la emoción del corazón de tenerte cerca a mi.
Pues así pasaron los días y salimos a divertirnos, fue muy emocionante, bailamos, bebimos, nos divertimos y el alcohol hizo que venciera el temor y nerviosismo, me hizo cometer una locura robándote un beso, un beso que lo fue todo, un beso que fue correspondido, un beso que representó algo muy lindo, un beso que me hizo sentirte, un beso que me hizo saber lo dulce de esa sonrisa con esos labios tan dulces, un beso que nos llevó a otro nivel y que nos unió piel con piel, un acto físico que me hizo sentir la intensidad que tienes dentro, que me hicieron decir cosas que sentía en ese momento, que me hicieron pensar y sentir que podrías ser ese chico que todos esperan, que me hicieron creer por un instante en el amor a primera vista, que me hicieron sentir que podría estar contigo, cuidarte, protegerte y sobre todo empezar a amarte por siempre, quería hacer crecer este amor y que fuera mutuo con el pasar de los días.
Pero con el pasar de los días, las cosas fueron cambiando, lo que empezó con un interés en el chico de las pashmina, se fue disolviendo poco a poco, hasta que finalmente no hubo nada, pero verte cada vez que se da la ocasión hace que brote de mi ese sentimiento, ese cariño, que surgió desde el día que te vi.
Un día dejaste tu pashmina que no me cansé de olerla y guardarla como una reliquia, pues era la pashmina del chico que me robo el corazón con su mirada tierna y su sonrisa hermosa.

Aún te llevo en mi corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario